miércoles, 28 de mayo de 2014

EL PELO


Para Juanita, una niña de 13 años a quien le cortaron el pelo,
(contra su voluntad). Es poco probable que Juanita lea este artículo. 
Con cariño y admiración.



“Lo primero que hicieron fue cortarme el pelo. No me preguntaron, ni siquiera me dieron tiempo. Me lo dijeron y a continuación me cortaron el pelo”. Esta podría ser una versión de Juanita, con algunas variantes que no vienen al caso. Quienes lo hicieron pensaron que era lo mejor, así está mandado. En un lugar con muchas niñas la higiene personal es muy importante. El corte de pelo, como medida cautelar, evita muchos malos entendidos, además de asegurar que no haya piojos.

Juanita es una niña del río Marañón a quien su madre pretende dar mejores oportunidades en la vida. Para ello ha tenido que ir a la ciudad a comenzar sus estudios de secundaria. Y, sin pretenderlo, ya se encontró con las primeras sorpresas. Ha tenido que renunciar a su pelo, entre otras cosas. Todo podría ser normal si no fuera porque Juanita es una niña kukama, para quien el pelo vehicula significados ligados a la belleza, la sabiduría indígena y las relaciones entre mujeres, entre otros. Pero vayamos por partes.



© Parroquia Santa Rita de Castilla, 2014.


Cuentan que la sirena tiene un pelo largo y bonito, que nunca se corta. Dicen de ella que puede cautivar y enamorar a los mejores pescadores y llevarlos a vivir con ella dentro del agua. En su pelo navegan los peces, son sus piojos. Este vínculo estrecho entre pelo de la sirena y piojos es lo que fundamenta la práctica social, como veremos. La sirena es su madre. Los cuida, los alimenta y los va guiando por el camino de la vida (del río). Estamos en el terreno mítico, ese que fundamenta, sostiene y soporta los quehaceres de la vida diaria. Una sirena sin pelo o con el pelo corto deja de ser una sirena, pierde su especificidad.

Es frecuente ver a las mujeres mayores con el pelo largo. Habitualmente lo llevan recogido en forma de moño, pero también lo pueden llevar en forma de cola enroscado como una boa o trenzado de diferentes maneras, colgado sobre su espalda. El pelo es un motivo de orgullo. Siempre lo tienen bien cuidado. Las muchachas, después de bañarse, en horas de la tarde, con el pelo largo y suelto, se pasean por el pueblo siendo admiradas por los chicos y los hombres, y objeto de comentarios del resto de mujeres. Un pelo largo y suelto es la admiración de la población local.



© Parroquia Santa Rita de Castilla, 2014.


Para mayor comodidad, durante el día, las niñas, señoritas y señoras enroscan el pelo en diferentes tipos de moños o en forma de cola o coleta. Es tiempo de trabajar. En la tarde, en el momento de pasear, de visitar a los parientes o amigos, de salir a dar una vuelta por el pueblo es cuando se puede disfrutar de diferentes peinados que levantan todo tipo de comentarios.

Si la sirena tiene al pescado como su piojo, las mujeres, sobre todo adultas, pero también madres con sus hijas pequeñas y adolescentes, acostumbran a “buscar piojo” en la cabeza de una mujer pariente o con quien se mantiene relación de vecindad o amistad. No se le “busca piojo” a un extraño. “Buscar piojo” es una forma de relación de familiaridad entre mujeres, de ternura, afecto y cariño. Una oportunidad de aprender unas de otras y un espacio de intimidad donde se cuentan confidencias y las cosas importantes de la vida. Quien imagina este hecho como una falta de higiene está proyectando sobre esta actividad su propia interpretación, y cae presa del etnocentrismo. Encontrar un piojo y comerlo, o al menos masticarlo con los dientes, es la posibilidad de que una mujer le conceda su conocimiento a quien le ha encontrado el piojo. El piojo, por tanto, no es algo negativo, es la posibilidad de adquirir conocimiento de alguien cercano, alguien que me regala algo suyo.



© Parroquia Santa Rita de Castilla, 2014.

Cortar el pelo a una niña ataca el sentido de belleza de los pueblos indígenas, no permite identificarse con seres míticos tan importantes como la sirena y corta abruptamente las relaciones sociales de intimidad entre mujeres. Antes de realizar este tipo de prácticas haríamos bien en preguntarnos lo que significa el pelo para la otra persona, normalmente un ser dependiente que tiene que obedecer. ¿Permitiríamos nosotros que interrumpieran (por no decir cortaran) la relación que mantenemos con nuestra cultura?

Es frecuente que la buena intención termine por dañar la relación con otras personas. Puede ocurrir que sea una imposición de los criterios personales sobre aquellos que están bajo nuestra responsabilidad. El poder se ejerce, habitualmente, de forma muy sutil, pero no por eso menos eficaz. Cuando la imposición se hace intolerable el sufrimiento causado es injusto e inmoral. Estos comportamientos, que suelen ser inconscientes, son causa, fuente y origen de resentimiento. En lugar de ayudar a una vida más digna, provocan rechazo. La historia está plagada de estos malos entendidos.




© Parroquia Santa Rita de Castilla, 2014


Una anécdota para concluir. Estábamos en un curso de mujeres, y uno de nosotros se acercó para que le mirasen la cabeza. El asombro y las risas no se hicieron esperar. Una de las mujeres aceptó el reto. Nos hicieron sentar y comenzó a separar el pelo para observar si tenía algún piojo. La expectación era máxima, todas las mujeres se arremolinaron a nuestro lado. Después de unos segundos la mujer separó violentamente mi cabeza con sus manos y exclamó llena de risa: “ni siquiera tiene piojo”. Fue el comentario del día.
NOTA:
Una forma lúdica y desenvuelta de luchar contra la discriminación reinante es organizar un concurso de peinados kukama en una ciudad como Nauta, Loreto. Seguro que radio Ucamara estaría deseosa de que alguien colabore con ellos en esta tarea. Se buscan patrocinadores del evento. Darle cobertura, apoyo a través de actrices de renombre, un buen reportaje fotográfico… podría ser una forma muy eficaz de luchar contra esa lacra social denominada racismo. Los pueblos indígenas merecen respeto, admiración, apoyo y diversión. Las risas que causaría sería una forma sutil pero eficaz de levantar la estima social de este pueblo indígena tan vituperado. Un posible eslogan para la campaña podría ser: “Un peinado kukama en tu cabeza”. Ahora que se acerca el aniversario de la ciudad de Nauta sería un tiempo oportuno (kairós). Pero cualquier tiempo puede ser kairós, el tiempo de Dios.


© Parroquia Santa Rita de Castilla, 2014

P. Miguel Angel Cadenas                                         P. Manolo Berjón
Parroquia Santa Rita de Castilla                               Parroquia Santa Rita de Castilla

Río Marañón                                                             Río Marañón

No hay comentarios:

Publicar un comentario