sábado, 29 de enero de 2011

AHORA EL CHAMBIRA, ¿MAÑANA?...

Otro derrame más: ¿16? de enero 2011. Para los comunicados oficiales basta la Pluspetrol. Emplean palabras parecidas a “sabotaje”. Seguro, si ellos lo dicen. ¿Ustedes saben en qué circunstancias está el oleoducto?, solo es una sospecha. Ya hay mucha dificultad para saber qué sucede en el Marañón, lo del Chambira es otra historia. En el Chambira habita el pueblo urarina, invitado de piedra en este asunto petrolero.

Las comunidades de San Juan del Chambira, Ollanta y Progreso se quejan. Para ellos el derrame se ha cristalizado en manchas de petróleo en el curso del río, disminución del pescado y enfermedades. Nadie ha tenido la valentía de comunicarles el derrame para recoger agua del río antes de que llegaran las manchas. Se han enterado por las radiofonías, pero ningún comunicado oficial: ni del Estado, ni de Pluspetrol.

El doctor de Maypuco ha visitado el martes pasado la comunidad de San Juan del Chambira para atender a los pacientes. Eso es todo. La gente se queja. El Estado no responde y la petrolera sólo está pendiente de sus cuentas bancarias (con el aval del Estado), claro está.


¿QUE HEMOS APRENDIDO?

De momento nada:
  1. No se avisa a las poblaciones para recoger agua. Parece que no es un derecho humano el agua potable (al menos en la Amazonía).
  2. No se hacen presentes las autoridades. El aparato del Estado sólo se hace presente para proteger los intereses de las petroleras. (¿Para qué sirve un fiscal? ¿Y un juez? ¿Y un funcionario encargado del ministerio de Energía y Minas? Pregúntenselo a las petroleras).
  3. No hay planes de contingencia. Si los hubiera, ¿por qué llegan, entonces, manchas de petróleo hasta la boca del Chambira?
  4. No hay noticias dada la lejanía de la ciudad y la incompetencia de muchos periodistas que ni siquiera saben de qué lugar estamos hablando, tampoco les interesa aprender dónde estamos y porqué suceden estas cosas.

Las comunidades esperan una reunión con la petrolera para poder negociar. No sabemos lo que pedirán pero será fácil adivinar: un poco de dinero, atención de sus enfermos, alimentación y agua por un tiempo. Una negociación tan asimétrica no da para más. Pero nadie estará acompañando a las comunidades, nadie. Si alguien se pone de lado de las comunidades surgirán celos (muchas veces alimentados por las propias petroleras) para echar abajo cualquier tipo de negociación más equitativa.




¿POR QUÉ OCURRE?

Ahora no se puede hacer mucho porque difícilmente sabemos qué está pasando. Los territorios donde ocurren estos sucesos son territorios de exclusión. Hace 10 años un reconocido abogado nos estampó lo siguiente: “tampoco van a pedir ahora teléfonos, los problemas de exclusión no tienen nada que ver con el derrame”. Siempre nos pareció una respuesta poco afortunada. Han pasado 10 años, ahora muchas comunidades tienen teléfono, algo se ha mejorado, pero los niveles de exclusión son los mismos, o peores porque la brecha es más grande aún, a pesar de los teléfonos.

Todo esto a cuento de qué. Ahora ya existen algunos teléfonos en el Chambira. Y qué. Saben a quién tienen que dirigirse. Sí, a la compañía petrolera. No hay Estado (los pobladores no lo perciben), ni medios de comunicación, ni nada. La exclusión provoca clientelismo, no saber defenderse y una espiral incómoda de pagar las facturas de otros.



LOS MISMOS ESQUEMAS

Otra vez se ha formado una comisión bajo el nombre de “Frente de Defensa del Derrame de Petróleo en el río Chambira”. Otra vez negociación directa (eso en el caso de que se levante el tema, que no será nada sencillo dada la falta de imágenes). Otra vez la exclusión. ¿Pondrá el presidente regional de Loreto otra denuncia ridícula como en el Marañón? (Ahora ya no estamos en campaña política).

Algo más hay que hacer. Esto es como una persona que se ha quemado y le ponemos una curita. No sirve para nada. Ahí están las comunidades, ¿esperando a Godot?


Iquitos, 28 de enero de 2011

P. Miguel Angel Cadenas                                            P. Manolo Berjón
Parroquia Santa Rita de Castilla                                  Parroquia Santa Rita de Castilla

miércoles, 19 de enero de 2011

SOBRE CRUCES E “INDIOS EVAPORADOS”

“SE IMPONE UN DEBER DE OLVIDO QUE NO QUEREMOS ACATAR”

Los pueblos tupí guaraní consideran la cruz un elemento fundamental. Es parte de su sistema de orientación (norte-sur-este-oeste). Les sirve, además, para medir la noche: controlan la hora nocturna según la posición de la cruz del sur.

María tiene 7 años, muchas ganas de jugar y unas chinelas nuevas, bien bonitas, que le acaban de comprar. Su mamá le mandó que hiciera una cruz en la mañana, “en la tarde vamos a llevarla al puerto”. Juan tiene 36 años y también hizo una cruz de topa. El recuerda cómo sus hijos se enfermaron por el agua del río y por el atún que “graciosamente” nos regaló la Pluspetrol. Pero sus hijos enfermos no aparecen en las estadísticas del Centro de Salud. Tal vez si en lugar de habitar en Santa Rita de Castilla hubiera sido en el limeño San Isidro el ministro de salud hubiera tenido que renunciar. Pero es un “indio” y no merece ni que aparezca en las estadísticas. Digamos una vez más: es un “indio evaporado”.

El triste 2010 nos dejó más enfermo el río Marañón. Apenas salió a la luz pública el derrame del 19 de junio en la localidad de San José de Saramuro, no fue el más grave. A comienzos de julio miles de peces muertos en el río Samiria nos hacen confirmar las sospechas que han vertido aguas de formación a las quebradas Huishto Yanayaquillo y Yanayacu Tipishca. De nuevo la “verdad oficial” guarda silencio. Las declaraciones vertidas en torno al primer derrame insisten en que no han afectado a la Reserva Nacional Pacaya Samiria. El dinero puede hacer olvidar hasta lo más elemental, pero no puede hacer piola con la verdad. La “verdad oficial” siempre será… “oficial”, y nada más. Y como broche final de año, el 5 de diciembre se produce otro derrame en el mismo lugar del 19 de junio. Es evidente que “se han tomado todas las precauciones y las medidas del caso” (¿se lo creen?), pero “lamentablemente” se ha vuelto a producir otro “despiste”, “fallo humano” o como deseemos designarle. No hay que alarmar a la población (digamos a las transnacionales). Que la gente del Marañón no hayan sido avisados para que se provean del agua del río no es ni siquiera un asunto humanitario. Esto de lo humanitario es para el continente africano, aquí somos “civilizados” y crecemos al 8% anual.

Lo cierto es que mientras Pluspetrol y el gobierno peruano, que no parece enterarse del asunto, hace tiempo que han dado carpetazo, en el Marañón no queremos olvidar. Que quede claro: no nos da la gana olvidar. Cientos de pobladores del bajo Marañón se acercaron a los puertos de sus comunidades el 30 de diciembre de 2010 para recordar los derrames producidos en el Marañón. Cientos de personas que no comulgan con este “deber de olvido” impuesto por los poderosos.

No llevábamos ni corbata, ni falda bien planchada. No habíamos salido de la peluquería, ni teníamos perfume en nuestro cuerpo. Ni siquiera todos habíamos comido, a pesar de ser las 5:00 p.m. José se vino de la chacra y de frente se fue al puerto sin comer, “porque yo quiero estar en el puerto con la cruz, ya comeré más tarde”. Cruces tan caras al pueblo kukama, cruces como signo de orientación.

No hay espacio para los débiles, territorio para la memoria, ni lugar para el resentimiento. Sobresalen los fuertes, a quienes debemos obedecer sumisamente. Se impone el deber de olvido para poder dormir plácidamente. Triunfa la simpatía que alegra la vida de los que les va bien. Nada de caras serias, lamentos, ni pañuelos para enjugar lágrimas. Rostros risueños, corbatas bien planchadas, ricos perfumes en nuestros cuellos y muñecas y fotos de hijos en el escritorio. Se impone este deber de olvido “bienpensante”, que nosotros no podemos ni queremos acatar.



P. Miguel Angel Cadenas
P. Manolo Berjón
Parroquia Santa Rita de Castilla

viernes, 14 de enero de 2011

DERRAME DE PETRÓLEO EN SAN JOSÉ DE SARAMURO - RÍO MARAÑÓN 19.06. 2010

150.000 voluntarios venidos de toda España y de todos los rincones del mundo,limpiaron los restos del naufragio del Prestige en las costas gallegas creando así una marea blanca de héroes anónimos, de solidaridad y dignidad para ayudar al pueblo gallego en su lucha contra el fuel...

¡En el Río Marañón no tenemos 150.000 voluntari@s...!

¿Es que nadie va a hacer nada para ayudarnos?





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SOBRE CRUCES E “INDIOS EVAPORADOS”


“SE IMPONE UN DEBER DE OLVIDO QUE NO QUEREMOS ACATAR”

María tiene 7 años, muchas ganas de jugar y unas chinelas nuevas, bien bonitas, que le acaban de comprar. Su mamá le mandó que hiciera una cruz en la mañana, “en la tarde vamos a llevarla al puerto”. Juan tiene 36 años y también hizo una cruz de topa. El recuerda cómo sus hijos se enfermaron por el agua del río y por el atún que “graciosamente” nos regaló la Pluspetrol. Pero sus hijos enfermos no aparecen en las estadísticas del Centro de Salud. Tal vez si en lugar de habitar en Santa Rita de Castilla hubiera sido en el limeño San Isidro el ministro de salud hubiera tenido que renunciar. Pero es un “indio” y no merece ni que aparezca en las estadísticas. Digamos una vez más: es un “indio evaporado”.


El triste 2010 nos dejó más enfermo el río Marañón. Apenas salió a la luz pública el derrame del 19 de junio en la localidad de San José de Saramuro, no fue el más grave. A comienzos de julio miles de peces muertos en el río Samiria nos hacen confirmar las sospechas de que han vertido aguas de formación a las quebradas Huishto Yanayaquillo y Yanayacu Tipishca. De nuevo la “verdad oficial” guarda silencio. Las declaraciones vertidas en torno al primer derrame insisten en que no han afectado a la Reserva Nacional Pacaya Samiria. El dinero puede hacer olvidar hasta lo más elemental, pero no puede hacer piola con la verdad. La “verdad oficial” siempre será… “oficial”, y nada más. Y como broche final de año, el 5 de diciembre se produce otro derrame en el mismo lugar del 19 de junio. Es evidente que “se han tomado todas las precauciones y las medidas del caso” (¿se lo creen?), pero “lamentablemente” se ha vuelto a producir otro “despiste”, “fallo humano” o como deseemos designarle. No hay que alarmar a la población (digamos a las transnacionales). Que la gente del Marañón no hayan sido avisados para que se provean del agua del río no es ni siquiera un asunto humanitario. Esto de lo humanitario es para el continente africano, aquí somos “civilizados” y crecemos al 8% anual.

Lo cierto es que mientras Pluspetrol y el gobierno peruano, que no parece enterarse del asunto, hace tiempo que han dado carpetazo, en el Marañón no queremos olvidar. Que quede claro: no nos da la gana olvidar. Cientos de pobladores del bajo Marañón se acercaron a los puertos de sus comunidades el 30 de diciembre de 2010 para recordar los derrames producidos en el Marañón. Cientos de personas que no comulgan con este “deber de olvido” impuesto por los poderosos.

No llevábamos ni corbata, ni falda bien planchada. No habíamos salido de la peluquería, ni teníamos perfume en nuestro cuerpo. Ni siquiera todos habíamos comido, a pesar de ser las 5:00 p.m. José se vino de la chacra y de frente se fue al puerto sin comer, “porque yo quiero estar en el puerto con la cruz, ya comeré más tarde”. Cruces tan caras al pueblo kukama, cruces como signo de orientación.

No hay espacio para los débiles, territorio para la memoria, ni lugar para el resentimiento. Sobresalen los fuertes, a quienes debemos obedecer sumisamente. Se impone el deber de olvido para poder dormir plácidamente. Triunfa la simpatía que alegra la vida de los que les va bien. Nada de caras serias, lamentos, ni pañuelos para enjugar lágrimas. Rostros risueños, corbatas bien planchadas, ricos perfumes en nuestros cuellos y muñecas y fotos de hijos en el escritorio. Se impone este deber de olvido “bienpensante”, que nosotros no podemos ni queremos acatar.




  

P. Miguel Angel Cadenas 
P. Manolo Berjón                                           
Parroquia Santa Rita de Castilla                          

TIGRES DEL BAJO MARAÑON


Políticos obtusos echan la culpa de lo sucedido en el bajo Marañón al Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana (IIAP). Desde acá nuestro sincero reconocimiento a una institución valiente que ha realizado un estudio independiente donde se percibe la contaminación del Marañón.

Los dos ejemplos siguientes “no” tienen nada que ver con la contaminación, pero sitúan lo que sucede en el Marañón:

  1. El martes 26 de octubre de 2010 enterraron a un varón de 16 años en la comunidad de San Ramón – San Pablo de Tipishca, muy cerca de donde han tomado el Marañón. La ciudad de Nauta en los últimos años reporta también casos de suicidios.
  2. E. Rodríguez, de Santa Rosa de Lagarto, distrito de Parinari, tiene 14 años. Accidentalmente se baleó y su estómago y brazo están muy deteriorados. El SIS no le atiende y está a punto de perder la vida en un hospital de Iquitos.


CRISIS DE LIDERAZGO

A raíz del derrame las comunidades se han venido organizando. Al principio parecía que las organizaciones indígenas iban a luchar. Después se ha ido viendo que no ha sido así. En el distrito de Parinari, una comisión elegida ad hoc, negoció con la Pluspetrol por S/. 2.500.000.00. Esto desencadenó toda la crisis posterior.

Se han creado 5 bloques: el distrito de Urarinas, el distrito de Parinari, las comunidades del distrito de Nauta aguas arriba de la ciudad, los comités vecinales de Nauta y las comunidades del distrito de Nauta aguas abajo de la ciudad. No existe un líder común. Hacen gala de la descentralización tradicional kukama.

Una organización indígena desde el principio acordó que no negociaban, sino que iban a un juicio grande buscando indemnización. La Pluspetrol desde el principio dejó claro que mientras no desaparezca tal líder no habrá negociación con ellos. El malestar, que ya existía en dicha organización, se agudizó. Pero todavía se contuvieron un tiempo. A raíz del cobro de dinero en el distrito de Parinari, las comunidades que habían establecido recoger pruebas para un juicio, cambiaron de opinión y dijeron desconocer a su dirigente para ir a una negociación rápida. Un juicio puede durar 10 años o más y tal vez “ya no exista yo, lo vaya a cobrar el otro”.

A la hora de elegir dirigentes se ha preferido aquellas personas que gritaban más y afirmaban tener experiencia de lucha. Se preparaban para la guerra. Y en tal sentido no hay concesiones a la tibieza y la mesura. Hasta ahora el distrito de Parinari está feliz con esa pequeña propina de la Pluspetrol. Las comunidades del distrito de Nauta aguas arriba de la ciudad de Nauta están en plena lucha. Ya han demostrado a su antiguo dirigente que ellos también son valientes.

Ha sido Pluspetrol quien ha provocado este incidente: desconociendo a un dirigente, provocando una crisis ya latente en su organización y entregando una plata al distrito de Parinari, no para paliar la contaminación, sino para callarles la boca. Es la misma petrolera que no apoyó a las comunidades en el momento de máxima emergencia con agua potable. Ningún médico ha visitado las comunidades donde ha estallado el conflicto. Las fotos publicadas en un artículo anterior dan cuenta del sufrimiento de las personas. Cuando el dolor se aglutina y la indiferencia por parte del Estado se convierte en desidia tenemos el caldo de cultivo de explosiones de violencia.

La publicación del informe del IIAP ha sido muy posterior a la decisión de tomar el Marañón. Se han acogido a él para reafirmarse en su razón. Pero el mismo informe es bastante más grave de lo que piensan en el Marañón. No es producto de un derrame. Es producto de 40 años de actividad petrolera y de las mineras de la sierra que impunemente vierten sus residuos a los afluentes del Marañón. Lo que plantea el informe del IIAP es más serio: qué política de Estado para un Marañón limpio. Si nos queremos librar de la contaminación necesitamos que las aguas de los ríos de la Amazonía, para empezar, no sean de uso industrial desconociendo la práctica de los pueblos indígenas asentados en sus riberas que utilizan sus aguas para tomar, bañarse…

Al margen de la plataforma de lucha, lo que la gente pide es muy sencillo: alimentos durante los meses que dure la contaminación y un apoyo económico como el distrito de Parinari. Mas los cien millones de indemnización, pero eso tendrá que ser vía judicial. Pudieran parecer unas aspiraciones muy bajas. Para quien vive bajo el umbral de la pobreza y el apoyo del Estado es prácticamente nulo (los niveles educativos están por los suelos) es toda una proeza puesto que es la primera oportunidad que se enfrentan con una situación similar.

Gracias a Dios la violencia no ha sido extrema, al menos no como pudiera haber sido. No olvidemos que están en guerra. Una guerra contra el olvido. Esas mismas obtusas autoridades serán quienes culpen a los dirigentes. ¿Se atreverán a enjuiciarles? No sería extraño.


DOS FORMAS DE NEGOCIAR

Una primera forma de negociar consiste en utilizar el esquema patrón – cliente. Eso es lo sucedido en el distrito de Parinari. El distrito de Urarinas, hasta ahora, también ha utilizado dicho esquema. De igual manera en el distrito de Nauta. “Mejor no hacer mucha bulla para que nos den”, se escucha de vez en cuando. Quien posee la condición de subalterno se acoge a dicho esquema para sacar el mayor partido posible. Se dan perfecta cuenta del desequilibrio y la explotación, pero es preferible un poco a perder todo.

Ahora bien cuando no da el resultado esperado porque la explotación sentida sobrepasa los límites permisibles se convierten en tigres. Y un tigre es alguien que está en guerra. Es curioso como un dirigente en la playa de San Pablo de Tipishca después de arengar a su gente les dijo: “Todos ustedes son reservistas, ahora vamos a rugir”. Apenas hacen ruido. “Parece que no saben rugir”. El dirigente hace una demostración. Se ríen y todos rugen.

La gente del Marañón es tranquila, muy tranquila, pero cuando no son escuchados entonces radicalizan sus protestas. Algunos pretenden imputarles atributos como “delincuentes”, “salvajes”… Es gente normal y corriente que crían sus hijos y viven con tranquilidad. Pero no se sienten ni respetados, ni escuchados, ni atendidos.


Pie Foto 1: Niño afectado por el derrame de crudo. Comunidad Santa Rita de Castilla. 08/09/2010

LECCIONES DEL BAJO MARAÑON

La democracia peruana es demasiado débil. Hace poco que se han producido elecciones municipales y regionales y no recogen el sentir de la población, no sirven para canalizar sus inquietudes. Da la impresión que las elecciones aprovechan únicamente para quien se apoltrona en el sillón. Temas estrictamente políticos sobre territorio, pueblos indígenas, biodiversidad… quedan al margen de las borracheras propiciadas por candidatos infantiles. Que la democracia no recoja estas intuiciones políticas deriva en plantearlas al margen del sistema.

Después de 4 noches durmiendo en la playa y soportando un calor asfixiante durante el día no habían llegado las autoridades para conversar directamente. Pareciera que prefieren dejar pudrir la situación para actuar. Solo cuando han sido afectados intereses mayores entonces se presentan las autoridades. Su obtusa visión es defender los postulados de la petrolera. Veremos en qué consiste la negociación que quedó pendiente para el 3 de noviembre.

Mientras las mujeres mayoritariamente permanecen en las comunidades, unas pocas acompañan a sus maridos en la playa, cuidando a los hijos, los varones obligan a atracar a las lanchas en expediciones de 10 ó 12 peque peques, y hasta más, como las antiguas canoas que iban a la guerra. La distribución del trabajo por género es otra característica de la protesta que se vincula con el pueblo kukama.

En esta oportunidad el pueblo kukama no cesará hasta haber conseguido algo importante, al menos en lo que ellos considerarán un triunfo. Otra cosa será que habrá que ir más lejos tal como lo sugiere una lectura atenta del informe del IIAP.

Lo sucedido en el Marañón no es un estallido de violencia, pero permite que los varones en guerra se enorgullezcan. Las narrativas de esta hazaña quedarán para la posteridad y merecerán ser repensadas. El pueblo kukama ha visto su maltrecha autoestima glorificada por una batalla, que al pensar de ellos, están ganando. Aunque tendrían que mirar más lejos.


Pie Foto 2: Dibujo de alumno de primaria de la Escuela de Santa Rita de Castilla. Texto: "Una barcaza derramando petróleo crudo, que es la Pluspetrol". Los dibujos realizados por dichos alumnos está expuesta en Iquitos, en la Universidad Científica del Perú, desde el 10/12/2010

Texto:
P. Miguel Angel Cadenas 
P. Manolo Berjón                                         
Parroquia Santa Rita de Castilla    


Fotos:
http://www.lahaine.org/index.php?p=50167

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