jueves, 4 de noviembre de 2010

CUATRO FORMAS DE “DESCONTAMINAR” EL MARAÑON

I.-

A los pocos días del derrame de crudo en el Marañón, el 19 de junio de 2010, el Ministro de Energía y Minas realizó unas declaraciones interesadas indicando la poca importancia del derrame y que en 10 días se limpiaría el río. Por supuesto, no es cierto, pero dejó bien clara la posición del gobierno al respecto, por si alguno tenía dudas.

Un fiscal ya ha comentado que hasta ahora no hay pruebas, o que son muy débiles.


¿No les corresponde a ellos por oficio recolectar pruebas para la acusación?


II.-

En una reunión en Santa Rita de Castilla ante una pregunta nuestra un representante de Pluspetrol indicó que desde hace dos o tres años se reinyectan las aguas de formación. A la indicación de un compañero rectificó afirmando que es desde hace un año. [Las aguas de formación poseen tres características: calientes (80ºC), saladas (más saladas que el agua del mar), y con metales pesados: plomo, niquel, mercurio, manganeso, hierro…]


¿Entonces porqué se mueren los peces, aguajales…, del Samiria? Alguien tendrá que dar una explicación.





III.-

Más allá de las noticias puntuales se supone que debe haber periodistas de investigación. Parece que no interesan los pobladores del Marañón, somos ciudadanos de segunda, tercera o “n” categoría.


¿Tendrá que ver en eso la identidad indígena? De ser así, puro racismo.





IV.-

Es difícil precisar fechas, pero unos 15 días después del derrame de crudo en el Marañón pobladores del distrito de Parinari vieron miles de peces muertos en el río Samiria: el trayecto entre el Huishto Yanayacu y la desembocadura del Samiria. Tanto el Huishto Yanayacu como el Yanayaquillo o Yanayacu Tipishca tienen sus cabeceras en el Lote 8X. Ambos fluyen con agua contaminada al Samiria, suponemos que aguas de formación, pero para eso están las autoridades, para aclararnos. ¿Se atreverán a rebatir a los pobladores de la zona? Tal vez les quede corta la nariz de Pinocho.

Los testigos relatan los acontecimientos como una inmensa “pudrición”. Para quienes, como los indígenas kukama, el olfato no es un sentido atrofiado como en los occidentales, se convirtió en un espectáculo dantesco, solo aplaudido por los gallinazos y otros carroñeros. El nivel del río estaba bajo por lo que las playas estaban llenas de peces boqueando para resistir la asfixia que supone el agua contaminada.

Los expertos pescadores que son los kukama vieron cómo los peces no se ahuyentaban y se podían picar mansamente. Pero estos expertos se dieron cuenta que algo estaba 1

sucediendo puesto que los peces estaban hinchados e incluso los boquichicos presentaban “pocochas”, úlceras en su piel. Sin la pericia adquirida para pescar no encontrarás nada. Sin embargo, esos días picaban los peces “mansos” hasta los niños.

Bufeos muertos, vacamarinas, rayas de pecho amarillo con su pecho rojo, corvinas del fondo de los ríos en la superficie, peces con ojos blancos y rojos… son algunos de los términos que utilizan los pobladores para referirse a aquel espectáculo que tuvieron que soportar. Posteriormente irán a pescar y no encontrarán nada, excepto zancudo que les pique. Para quien la pesca, la caza y la guerra han sido actividades altamente varoniles, la falta de pescado les convertirá en “afasi”, una persona que no puede pescar no encontrará una mujer con la que vivir ni podrá mantener a su familia.


Nos tendrían que explicar las autoridades porqué esta mortandad de peces, aguajales muertos, garzas mareadas y hasta shuyos, peces sumamente resistentes, salían a la superficie a boquear. ¿Por qué este espectáculo? La Jefatura de la Reserva Nacional Pacaya Samiria, el Ministerio del Ambiente y el de Energía y Minas se han quedado mudos. ¿A quién beneficia esta mortandad? ¿Qué intereses económicos están en juego? ¿La plata está por encima de la vida?

Los fiscales, incluidos los de medio ambiente, tienen la obligación, por oficio, de buscar y acumular pruebas. Una pobladora del distrito afirma que en la Fiscalía del Medio Ambiente le piden las “recetas” (esas que se llevó la Pluspetrol), ¿pero no es competencia de la misma Fiscalía? Sentarse en una oficina con aire acondicionado es muy cómodo, pero las pruebas que buscamos tienen que ver con mojarse los pantalones-faldas y chupar zancudo.

Mientras algunos cobran su sueldo del Estado, los pobladores de esta zona encuentran dificultades en la pesca. Mientras algunos entran en supermercados para adquirir comida, los pobladores de la zona ven deteriorada la dieta cada día más. Mientras algunos compran agua embotellada para tomar en sus casas y oficinas, la población local se tiene que conformar con el agua contaminada de los ríos.

Todo puede ser que los culpables de esa mortandad de peces sean los pobladores de las comunidades que, en lenguaje sencillo, expresan lo que han visto. Culpar al mensajero no es la mejor forma de remediar la situación. Algas contaminadas comidas por peces, estos a su vez por otros peces más grandes hasta que llega a nuestro plato. Además de saborear la comida tragamos toda la contaminación de la cadena trófica.

La estrategia de la Pluspetrol fue negociar, por esos días, con el distrito de Parinari por S/. 2,500.000.00. Una estrategia perfecta de despiste y de ruptura de unidad de la cuenca del Marañón. ¿También nos podrían explicar las autoridades qué ha sucedido en la zona de Grau, Payorote, Hipólito Unanue con el crudo que rebalsó? ¿No afirmaban que los “polvos” que habían echado eran reabsorventes y no precipitantes? Muchas cosas por explicar.

Y para concluir...

 ¿es posible considerar a la población local como “infractores” o “usuarios ilegales” de la Reserva y reprimir su conducta, mientras se permite a una petrolera contaminar impunemente la misma Reserva?

Puede que sea muy legal la 2
extracción de hidrocarburos en las Reservas, pero no es muy ético (y menos recomendable).

Damos pase a las entrevistas que lectores avezados podrán fácilmente ampliar los datos con sabores, olores… “Reputados investigadores” conocen la situación del Samiria, como se aclara tangencialmente en una entrevista, pero también se han quedado mudos.

 ¿Qué intereses de por medio?

P. Miguel Angel Cadenas y P. Manolo Berjón
Parroquia Santa Rita de Castilla

PLUSPETROL en el MARAÑÖN

LO QUE LA GENTE DEL MARAÑON DICE DE PLUSPETROL

I.- ¿TAN SOLO… FOTOS? (Comunidades del distrito de Nauta)


R.S.I.S (9 años 12 Set. 2010)








© Fotos: Manolo & Miguel Ángel

II.- “ANTE EL DOLOR DE LOS DEMAS”
“No debería suponerse un «nosotros» cuando el tema es la mirada al dolor de los demás”. Susan SONTAG, Ante el dolor de los demás, Santillana, Madrid 2003, 8.

Estas fotos no nos dejan indiferentes, conocemos sus nombres, sus comunidades, su forma de vida. Son personas humildes, pero son “gente”, como se dice en el Marañón, para hablar de la dignidad. Poseen biografía. Toman agua del río, algunos acuden a la chacra para trabajar, otros al colegio, juegan fútbol y escuchan música tropical, ven espíritus en el río y son capaces de curar un mordido de víbora con icaros, por indicar algunas pocas características. Fotos, porque Occidente privilegia la visión, aunque para

ellos en estos momentos más intenso es el tacto: la comezón, el picor, la quemazón, el prurito.

EFECTOS

Comienza por una comezón intensa. Los adultos no la resisten, imagínense los niños. Brotan unos granos en forma de sarpullido, en el Marañón se le denomina caracha, y cuando desaparece quedan manchas en la piel. En muchos niños las primeras etapas van acompañadas de fiebre. En las noches lloran. Sus padres, entre impotentes y resignados, tienen que trabajar al día siguiente sin haber descansado.

En esta ocasión no se han pintado ellos, ni los ha “pintado” algún animal (ronsoco), ni han quebrado una dieta. En palabras de una señora: “le ha cutipado esa comida de la Compañía: tallarín y conserva”.

CAUSAS
Las personas utilizan dos argumentos para explicar su estado de salud. En ambos argumentos apuntan a la Pluspetrol.

1. El agua del río.

2. El atún que les ha brindado la Pluspetrol por la emergencia al contaminar el río.

La primera está considerando el baño como un factor de problemas en la piel. No es un argumento baladí. Para personas que el río es fuente de vida, en torno al cual gira su existencia, contaminar el río es causar un grave daño difícilmente reparable. En el trópico el baño diario es uno de los requisitos más importantes, como factor de socialidad: refrescar la piel, mantener limpio el cuerpo, evitar malos olores a las personas que están cerca. El olor para el pueblo kukama no tiene nada que ver con lo que piensan los occidentales. Su olfato es mucho más refinado. Son capaces de seguir el rastro de un animal que ha pasado por un lugar hace un par de días por su olor. Tener miedo a bañarse, como ocurre en algunos casos, afecta a la socialidad.

Los niños son los primeros en bañarse. A medida que va llegando el anochecer es el turno de las personas mayores. Bañarse, con la posibilidad de que tengas problemas de piel, es una actividad altamente riesgosa, para muchas personas en estos momentos. (Se ha llegado al caso de personas con dolores de riñón porque no tenían agua potable para tomar, por miedo a tomar el agua del río).

La segunda tiene en cuenta la respuesta, muy tardía y con problemas serios, de la entrega de alimentos para las familias afectadas: tallarín, arroz, aceite, atún, agua y algunas otras cositas. Hace más de un mes se presentaron casos de personas con problemas de piel. El doctor de la Pluspetrol ha visto estos “pacientes”, los ha atendido. Sin embargo, un mes después la Pluspetrol continúa entregando estos alimentos. Ellos, tan preocupados por la imagen, entregan alimentos a los afectados. No importa que les hagan daño a las personas. Lo único que importa es que el mundo vea que la Pluspetrol entrega los alimentos.

Un cambio alimentario de este tipo tiene consecuencias a largo plazo. No seamos malévolos: el atún es de calidad y está en buenas condiciones sanitarias. Lo que la Pluspetrol no consideró es la población a la que se dirige: población indígena kukama. Con su bien pensante occidentalización no preveen los efectos colaterales. Digamos que no les ha importado, puesto que se dirigen a la opinión pública (donde virtualmente quedan excluidos los indígenas). Pese a saber que hace más de un mes están apareciendo estos problemas no han cambiado la dieta. Así se explica que algunas familias hayan vendido el atún a los comerciantes. Si me hace daño, prefiero cambiarlo por plata para ayudarme en otras necesidades. Personas que no están acostumbradas a comer atún, de repente se ven con una cantidad de atún que jamás han soñado en su vida. Algunas familias han comido más atún esta temporada que en toda su vida.

Encima que les apoyan se quejan. Si no hubieran contaminado (no es la primera vez), la gente pescaría tranquilamente y comería mucho más sano. Ahora chupan zancudo porque la pesca ha disminuido considerablemente y tienen que comer el atún que les causa daño.

Y EL ESTADO PERUANO…
Pese a que ya va para 3 meses del derrame muchas personas no han sido atendidas todavía en salud. Ningún doctor se ha acercado a sus comunidades y estoicamente resisten los embates del comezón. Cada quien aguantando su dolor y sufrimiento pacientemente como si fueran cosas del destino.

Desde luego si el Ministerio de Salud ha dispuesto de alguna emergencia se ha notado muy poco. Al Estado peruano parece no importarle en absoluto su población del Marañón.

A quien debería darle comezón es al gobierno peruano, que en lugar de defender a sus ciudadanos sale a favor de la petrolera (véanse las declaraciones desafortunadas del Ministro de Energía y Minas a los pocos días del derrame) o el silencio cómplice de organismos como la Jefatura de la Reserva Nacional Pacaya Samiria que no ha dicho nada, o el organismo encargado de supervisar los planes de contigencia de Pluspetrol y Petroperú, que pese a no tenerlos aprobados continúan trabajando como si fueran meros trámites que se quedan en papel (puesto que no se cumplen y las gentes del Marañón tienen que pagar su negligencia), por no extendernos a otros organismos implicados y que también guardan silencio como si fuera un perpetuo sábado santo.

P. Miguel Angel Cadenas y  P. Manolo Berjón

Parroquia Santa Rita de Castilla 

La cultura y el río

ALGUNOS ASPECTOS CULTURALES DEL PUEBLO KUKAMA‐KUKAMIRIA AFECTADOS POR EL DERRAME
Parroquia Santa Rita de Castilla
Río Marañón



En este tipo de catástrofes no siempre se tienen en cuenta los temas culturales. Este documento quiere ser un humilde y breve aporte desde el pensamiento del pueblo indígena kukama kukamiria, con quienes tenemos el privilegio de compartir la vida.

SED

Sed: los kukama–kukamiria piensan que cuando una persona se acuesta con sed, su cabeza sale del cuerpo en la noche para tomar agua. El peligro consiste en que al regreso de la cabeza al cuerpo no se ajuste adecuadamente, sino que se posicione de lado o hacia atrás, mirando a la espalda. En ese sentido la persona no se puede levantar en la mañana porque está enfermo. Tiene que esperar que otra noche salga la cabeza y al regreso se acomode adecuadamente.

Pues bien, en este caso la población del Marañón no ha tenido agua potable. Ni la Pluspetrol, ni las autoridades han cumplido con un servicio humanitario básico. Algo que no se debería negar ni a los enemigos.

MADRES DEL RIO
Todo ser vivo tiene “madre”. Estos espíritus forman parte de la vida. El ruido y la contaminación provocan la huida de las “madres” que retirarán a los peces. Es fácilmente comprensible que el medio ambiente esté afectado.

Se han encontrado peces muertos con las branquias machadas por el crudo. Luego alguien con corbata nos dirá que no ha habido ningún tipo de impacto o impactos muy livianos. Sobran comentarios.

Estamos en la época de vaciante de los ríos. Algunos asesores del gobierno regional indican este dato como un factor para no contaminar la Reserva Nacional Pacaya Samiria. Nos parece que esta posición desconoce la dinámica de los ecosistemas. Esta temporada es la época del mijano (migración de los peces). Ya estaba comenzando a salir el mijano, pero “se ha silenciado”, una forma indígena de indicar que se ha retirado.

Hacemos nuestra una frase del líder Indígena kukama Alfonso López Tejada: “no estamos dentro de la Reserva (Nacional Pacaya Samiria), la Reserva está dentro de nosotros”.

BAÑARSE CON LA LUNA

Bañarse no es únicamente “meter el cuerpo, o parte de él en el agua o en otro líquido, por limpieza, para refrescarse o con un fin medicinal”, como indica el diccionario. Para el pueblo kukama–kukamiria bañarse tiene relación con la luna.

La palabra kukama para bañarse es “yatsuka”, que se puede desdoblar en dos: “yasts+” “uka”, literalmente “luna” “casa”. Bañarse literalmente vendría a equivaler a la casa de la luna. Por eso los varones en la noche, mientras se conversa amigablemente se quitan la camisa o el polo, para “refrescarse con la luna”. En kukama‐kukamiria se ha contaminado hasta la luna. Por cierto, para este pueblo indígena la luna es agua.

PLANTAS ACUÁTICAS… Y MEDICINA
Tan solo indicar algunas plantas afectadas, incluyendo el bufeo (delfín de río) que el pueblo kukama kukamiria utiliza en su vida cotidiana para buscar la salud de la gente.

Huama: se cocina y cura infecciones instestinales, resfríos, dolores de cuerpo…

Gramalote: chapeado y serenado. Sirve para curar artritis, reumatismo, afección de riñones...

Putu putu: chapeado, frío o caliente. Sirve para remediar enfermedades de la piel: hongos, siso.

Ipururu: se macera la corteza y se toma. Sirve para curar grandes resfríos.

Bufeo colorado: el médico (chamán) se relaciona con él para poder inspirarse y curar a sus pacientes.

Estas pequeñas notas están escritas con la intención de señalar un campo que no siempre se tiene en cuenta, pero que consideramos imprescindible para entender el fuerte impacto cultural que está causando este desastre.




P. Miguel Angel Cadenas y P. Manolo Berjón
Párrocos

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Parir en Santa Rita


PARIR EN SANTA RITA DE CASTILLA (PERÚ)

Es el anochecer, en zona amazónica peruana, a las siete de la tarde ya es de noche y es peligroso navegar por el río Marañón. Mari Luz siente que su bebé pide paso: su marido coge su cayuco y a golpe de remo se van camino de la enfermería de Santa Rita de Castilla, pero la niña tiene prisa…
La lluvia es tan fuerte e intensa que yo, desvelada en mi cama, casi siento miedo y estoy sobrecogida. Al fin llega: a la orilla Juan deja sujeta su barquita, y con un plástico cubre a Mari Luz y se va solo -unos doscientos metros- a buscar a la enfermera que remate la faena y necesita allí mismo la ayuda.
A la mañana siguiente cuando me enteré no hacía más que preguntarme como esta muchacha (y era su segunda hija) pasaría ese tiempo de espera hasta la llegada de la enfermera. Yo la estaba situando en momentos de heroica actitud. Pensaba en mí y creo que los nervios y la angustia me habrían derrumbado…
Las fui a ver, madre e hija descansaban plácidamente y sin dar importancia a lo acontecido, y yo admirándome enormemente, lo que me parecía tan insólito, para ell@s carecía de importancia.
Mari Luz es una mujer muy completa en todos los aspectos. Me contaron que había protestado porque el catequista de su hija mayor, la de seis años, tenía una vida poco coherente con lo que era su misión de enseñar a los niños, y ella no estaba de acuerdo. Señal de todo un carácter recto y serio con relación a sus sentimientos. Estoy segura que no es la única.
A la noche siguiente volvió a darse el mismo caso pero aquella noche no llovía y esta vez fue de camino… por lo que me contaron estas situaciones se dan con frecuencia y se ve muy normal. Con frecuencia son madres a edad muy temprana.
Allí los poblados están diseminados por la orilla del río y el único transporte para los desplazamientos es el cayuco. Se trata del río Marañón, afluente del Amazonas, de un caudal inmenso (tengamos en cuenta que ellos calificarían nuestro Duero o Ebro como regatillos) de profundidad desconocida pues el terreno es pantanoso y de de anchura interminable que se pierde en el horizonte.
Las mujeres saben llevar su cayuco, juegan al fútbol -en suelo pantanoso con lodo hasta los tobillos y más - en competiciones de unos poblados con otros… y vestir, dentro de sus posibilidades, con la última blusa moderna y sus escotes y estrecheces bastante pronunciadas, algunas también llevan sus buenos tacones…


Victoria
Publicado en Foeminas

Fiesta grande en Santa Rita


FIESTA GRANDE EN SANTA RITA DE CASTILLA (PERÚ)

Hoy les voy a contar un poco de cómo celebran la fiesta grande del pueblo, la fiesta de Santa Rita de Castilla (Perú), el 22 de mayo. Días antes ya empiezan los preparativos para todos los festejos, y sobre todo, la chicha, una bebida a base de arroz, hierbas y no sé cuantas especies más que no recuerdo, que fermenta y luego es bebida por toda la gente. Todo eso es cocido antes durante horas y horas, dos días por lo menos, sin dejar de dar vueltas con unos palos muy largos para que el fuego no dé demasiado cerca, porque con el calor que ya hace y la humedad… siempre hay voluntarios que se turnan, la fiesta se lo merece.



Ese día la misa es por la mañana y seguida la procesión con la imagen de la Santa muy floreada y adornada (allí las flores y las plantas crecen en cualquier humedad) por la orilla del rio Marañón, y con un silencio muy respetuoso, haciendo alto en ciertos sitios para implorar de la Santa que proteja a la gente, que el río no se altere ni llegue el barranco que lleva a todo el poblado, a veces poco a poco y otras veces en bloque. Esto ocurre cada ciertos años (sucedió al siguiente de estar yo allí) y tienen que emigrar al interior de la selva porque se quedan sin nada y tienen que rehacer sus viviendas.

Terminada la procesión colocan a la Santa en el salón de la Consejería (Ayuntamiento) en un altar muy decorado con un dosel hecho con sábanas, donde clavan y pegan toda clase de adornos, flores, papalillos brillantes, cuanto más brillen mejor, y para ello los envoltorios de los caramelos y bombones que yo había llevado hacen muy buen relleno…luces y velas (para ese día sí hay luz)


Seguidamente se organiza una danza, no baile, muy armoniosa que empiezan los niños ( ¡¡ qué cantidad de niños ¡! ), luego los jóvenes y por último todo el que quiera honrar a la Santa; y al son de un bombo que continuamente tocan con el bom, bom, bom…


Es un ritual que ellos hacen con un sentido religioso muy profundo y casi místico, con una seriedad total: se santiguan al empezar y un pañuelo en la mano que luego descubrí que aparte de dar un cierto aire elegante servía para limpiarse el sudor.


Se reparte chocolate bebido a los niños y chicha a los adultos y así se van turnando hasta la madrugada del día siguiente. Y de verdad que da un cierto fervor con la seriedad que lo hacen.


A eso de las 10 del día 23 vuelven a empezar otra vez la danza hasta la tarde que llevan la imagen al altar de la iglesia.
El 24 es la fiesta más pagana y hay movida desde las 6 de la mañana tocando marchas militares, desfiles de escolares, de policías, agentes de no sé qué ayudas…


Izado de bandera, autoridades presidiendo… todas las casas luciendo la bandera peruana… un patriotismo del que en España carecemos.


En el pleno del Ayuntamiento en el que nadie dice nada, solo la autoridad competente, y luego cuando termina los corrillos correspondientes protestando.


Por la tarde partidos de fútbol entre unos poblados y otros, incluidas las mujeres que también tienen su equipo.



Esos días ni siquiera hacíamos quehaceres en el entorno de las Hermanas como coser o limpiar. Por la noche tenían baile hasta la madrugada, porque esos días sí había luz todo el tiempo.
La gente disfruta las fiestas con toda intensidad y hasta algún mareo etílico presencié a causa de la chicha, en el que la esposa o el hijo de turno tenía que ayudar a llegar a casa al padre que se le fue la mano bebiendo.
Esos días, hacía poco que yo había llegado, me picaron los mosquitos a rabiar, y a partir de ahí las piernas fueron su lugar preferido para acribillarme, ¡terrible , terrible!
Esto cicatrizó aquí en España, pero el grato recuerdo es imborrable y siempre será agradable haberlo vivido y participar de otras costumbres y vivencias.

Texto: Victoria Martínez Alfayate (Valladolid)

Publicado en Foeminas

En fiestas

El desfile de la patrona

El baile

La música

Las tradiciones

La comida